El primer día de clase acudí emocionado a clases, yo quiero ser abogado. Inquieto porque por fin llevaba cabello largo y mi arete. Al llegar, observe a todos con el cabello igual al mío y de color, con piercing hasta los codos, me asombré que algunos no llevaban uniforme, la neta, eso no lo sabia, así como no de muchos tatuajes de compañeros. Algo que molestó, mis panas apestaban, irónico, son los que dicen querer ser médicos, pero esa es la onda. Los profes… bueno igual, unos que te hacen soñar otros que no quieres ni ver…. A la semana llegó Camilo… normal, uniformado en corbata y peinado de superman, !vale que la pasó mal! , !cómo lo fregaban!, quería defenderlo, pero ¿para qué se viste así?… igual nadie se da cuenta, y siempre hay alguien así … Al mes dejó la escuela, dicen que está hospitalizado, nadie sabe que tiene, no importa, nadie lo conoce, es diferente.